Periodista y cineasta, defendió su tesis en 1981 y fue profesora de Teoría y Técnica de la Realización

27 OCT 2023 - 13:04 CET

Adela Medrano fue la primera mujer en defender una tesis doctoral en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Su tesis de la especialidad de Ciencias de la Imagen Visual y Auditiva abordó específicamente el asunto de "La enseñanza universitaria de la realización cinematográfica". La tesis se depositó en 1981 en el Departamento de Comunicación Audiovisual, y se leyó en 1981, y fue dirigida por Joaquín de Aguilera Gamoneda.

Vida profesional

La historia de Adela comienza en 1935 en su Barcelona natal hasta que se traslada con 18 años a Madrid para estudiar. En 1953 llega a la capital y conoce poco después a quien sería su marido, Carlos Saura, que estudiaba en la Escuela de Cine. Juntos escriben sus primeros guiones.

A pesar de su trayectoria dentro del género de cortometraje documental en el periodo final del franquismo, Adela Medrano no es muy conocida en el mundo del cine. Esto se debe en parte a la falta de reconocimiento de este género y a su carrera en un segundo plano en los primeros años al lado del cineasta aragonés.

En 1969 tras separarse de Saura, retoma su actividad académica formando parte de la primera promoción de la Facultad de Ciencias de la Información, donde fue contratada en 1972 como profesora de Teoría y Técnica de la Realización.

Gracias a su incesante curiosidad y su habilidad natural para conectar con las personas, realizó numerosas entrevistas sobre el cambiante panorama político, escribiendo diversos libros y artículos sobre comunicación política como "La comunicación de las izquierdas: El caso del PCE" y "La información en la transición española: el papel de los medios de comunicación en la formación de la opinión pública".

Posteriormente se unió a la plantilla de la productora “Cinecorto”, creada por nuestro catedrático Luis Enrique Torán, donde se ocuparía del montaje de las producciones de varios de sus compañeros. Con el tiempo, y al dominar las técnicas del rodaje, comenzó a dirigir ella misma los encargos industriales y publicitarios que llegaban a la productora, aprendiendo a hacer meticulosos spots publicitarios con Miguel de la Quadra-Salcedo. Allí se desarrolló profesionalmente como directora de documentales, desempeñando tareas de edición, montaje y organización de las imágenes, las cuales fueron emitidas en RTVE. 

En 1981 Adela se convierte en la primera mujer en doctorarse en España en Ciencias de la Información, en la Universidad Complutense de Madrid, defendiendo la tesis: “La enseñanza universitaria de la realización cinematográfica”. 

Medrano, a la par que se desempeñaba como realizadora, dedicó sus estudios a los documentalistas ingleses, cineastas que la inspiraron para dedicarse al documental. Esta investigación fue posteriormente publicada como libro titulado “Un modelo de información cinematográfica: el documental inglés” en 1982.

Entre los muchos reconocimientos que logró, podemos destacar el primer Premio en el Certamen de Cine Industrial de 1972 por “¡...es así!” (Luis Enrique Torán y Adela Medrano, 1972), después se hizo con el primer Premio por “Las calidades de la vida” en el año 1974, y repitió de nuevo en mismo festival el máximo galardón en 1975 por “Esculturas para un paisaje”.  En 1976 se alzó con el Trofeo Radio Zaragoza por “Arte de agricultura”. Su éxito en este campo también la llevó a ser elegida como presidenta del XIII Festival Internacional de Cine Industrial organizado por el Conseil de Federations Industrielles d’Europe.

Adela y los Saura

Además de su trabajo como cineasta, está el vínculo con el mundo del cine a través de su matrimonio con el director Carlos Saura. Su relación se remonta a los años en donde ambos estudiaban en Madrid en la Escuela de Periodismo y en la Escuela Oficial de Cine. Más tarde escribieron el guion de la película “Cuenca” en 1958, que ella no firmó, porque en aquella España las mujeres no firmaban sus colaboraciones. La pareja tuvo dos hijos y atravesó algunos momentos de apuros económicos y fue ella quien con un trabajo de secretaria bilingüe llevó las riendas económicas de la casa. 

Como ha señalado su hijo Carlos “Mi madre encontró un trabajo de secretaria bilingüe, y cuidaba de mi hermano, mientras mi padre escribía Los golfos (1960) con Daniel Sueiro y la casa se convertía en centro de reuniones de artistas cubanos como Tomas Gutiérrez Alea o Servando Cabrera Moreno. Los golfos fue un relativo éxito, juntos fueron de festivales, nací yo, mi padre consiguió otro contrato para dirigir y, por fin, hubo cierta estabilidad económica. Pero la siguiente película que habían preparado con tanto cariño (Llanto por un bandido, 1964) fue un desastre, y la distancia del rodaje y el ulterior montaje en Italia debilitaron a la pareja”.  

Pocos años después, Saura empezaba a vivir uno de sus momentos más prolíficos como director, llegando a ganar su primer Oso de oro en el Festival de Cine de Berlín en 1966. La pareja se desmoronó definitivamente cuando Carlos se enamoró de la protagonista de su película Peppermint Frappé (1968), Geraldine Chaplin. Adela y Carlos se separaron en 1969. 

Mención en los Goyas 2023

Antonio Saura, uno de los hijos de Adela, fue quien recogió el Goya de Honor que la Academia concedía a su padre el pasado febrero de 2023. Antonio en su discurso quiso hacer mención a las mujeres más importantes de la vida de su padre; comenzó con Adela Medraño quien proyectó en Carlos su pasión por el cine, continuó con Geraldine Chaplin con quien desarrolló su estilo autoral, posteriormente Mercedes Pérez fue quien le aportó madurez y estabilidad, y terminó mencionando a Eulalia Ramón, actual viuda de Carlos Saura. Estas mujeres,  “hicieron a Carlos Saura la persona que fue”. 

Además en otras entrevistas, Antonio Saura recuerda que su madre destacó por su erudición y su padre por ser la esponja creativa, “los libros de mi madre, de teoría de la comunicación; los de mi padre, de fotografía”.

Homenaje en la filmoteca a Adela Medrano

El pasado 9 de marzo la Filmoteca Española dedicó una sesión a modo de homenaje a nuestra primera doctora. Se proyectaron dos de sus cortometrajes “Las calidades de la vida” y “Esculturas para un paisaje”. El homenaje concluyó con un coloquio con la propia directora, de 88 años, quien acabó el acto muy emocionada.

A día de hoy,  Adela sigue sonriendo y la Facultad prepara un homenaje para ella el próximo 8 de marzo de 2024.